Inauguración de la exposición Devociones de Silvia R. Rivero

Moraima Clavijo

Los artistas Silvia R. Rivero (La Habana, 1952) y René Alejandro Noa (Santiago de Cuba, 1987), se han unido en la Casa Vitier García Marruz (CGM), para regalarnos la exposición Devociones, celebrando el primer aniversario de esta joven institución perteneciente a la Oficina del Historiador de la Ciudad.

Ambos artistas se han unido para exponer esta vez obras novedosas, ya que se trata de esculturas en bronce, donde estas dialogan con los lienzos en el caso de Silvia y se muestran en toda su fuerza en las piezas de Noa. Los puntos de contacto entre ambos artistas están dados en el virtuosismo de cada imagen, la delicadeza de los detalles, la expresividad de los rostros y el sentido poético que emana de estas obras.

Cuando ambos conocieron de sus respectivos trabajos, Noa se empeñó en que las obras de Silvia se podían representar en bronce y juntos comenzaron a trabajar los moldes que darían lugar a estas obras, que son ya una realidad.

René es un virtuoso del trabajo en bronce con una notable trayectoria en el dominio de la fundición de esculturas de mediano y pequeño formato. Silvia acumula una importante carrera en la pintura, principalmente sobre lienzo y madera. En esta última con una original colección de retablos que distinguen su creación. Por primera vez se adentra ahora en el dominio de la escultura para llegar a las figuras fundidas a través de la antigua realización de la cera perdida, guiada en esta técnica por René.

Los artistas se han reconocido en el tratamiento de sus temas, modos de hacer, delicadeza de los detalles y decorativismo de las figuras. Por esta razón han decidido unirse en esta muestra, que se presenta como Exposición Colateral de la edición 15ª edición de la Bienal de la Habana, evento que está cumpliendo cuatro décadas de existencia.

El sentimiento es protagonista de estas piezas que, bajo el título de Devociones, se agrupan en un culto a los ancestros, a la religiosidad y a la fe. Constituyen una plegaria a la vida, a que podamos realizar nuestros sueños, que hoy resultan quimeras en momentos tan difíciles como los que vivimos. Estas obras son también un canto, aunque doloroso, a la esperanza.

Las piezas de Silvia dialogan en su mayoría con lienzos alusivos a las esculturas en bronce y las de René se integran en sus propias bases concebidas especialmente para servirles de soporte.

Celebrando la exhibición de estas obras se conmemora el primer aniversario de la Casa VGM, que es precisamente una institución que rinde culto a los más profundos valores espirituales de la cultura y del ser humano.