Exposición 2019 Nov Solo dar Gracias Cayo Hueso

Por: José María Vitier

En la obra pictórica de Silvia hay un diálogo permanente con valores y fuentes que provienen de su relación con las demás formas de crear. Muy señaladamente con la Poesía y, tanto o más,  con la Música. Esta relación podría documentarse ampliamente en la recurrencia de imágenes directamente alusivas al arte musical (sus primeros ángeles músicos, sus mujeres- guitarra,  sus flautas mágicas como serpientes sonoras,  sus teclados flotantes) También en la recurrencia hacia el empleo de notaciones y símbolos propios de la escritura musical  en la construcción de sus andamiajes simbólicos.

Pero creo que su relación con la Música va mas allá. Se trata de que ella  ha incorporado en sus cuadros una temporalidad que expande los límites del espacio pintado. Esa temporalidad  dota a su obra, independientemente del “asunto” de una cualidad narrativa y  sonora que es propia del discurso musical. Ahí radica, a mi juicio, su vínculo  permanente y secreto con la Música.